Quisiera compartir esta historia que he leído que lleva por título:
"La roca y el mar". Dice así:
El mar, hecho ola, golpeaba la roca. La roca, altiva, despreciaba sus golpes.
El mar: – ¿Por qué te resistes? ¿No ves que me conviertes en espuma?
La roca: – ¿Y tú por qué me golpeas?
El mar: – ¿Es que te hago daño?
La roca: : – No, pero me ofendes.
Y la roca, con su pétreo orgullo, seguía resistiendo. La ola, a veces la acariciaba, a veces la golpeaba. Y la gaviota la sonreía: “Siempre están con el mismo problema”. Y bajaba volando y se posaba en la roca.
La roca: – Márchate gaviota, No te apoyes en mí.
La gaviota: – Eres como una persona soberbia. No te molesto estás hecha para los pájaros.
La roca: – Yo soy sólo para mí.
Aquella tarde, la gaviota leyó en un periódico flotando en el agua: “Se va a canalizar la ría”.
La gaviota: – Roca, vas a morir.
La roca: – Yo no muero nunca.
La gaviota: – Te quedarás sin agua, sin peces. Sola y reseca como un esqueleto.
La roca: – Prefiero la sequedad. Prefiero la soledad. Así no me molestará el mar.
Y el MAR volvía y lo azotaba con mimo. Pero la roca, cada vez más piedra, rompía al mar haciéndolo espuma.
Se vieron unas grúas en el puerto. Dragadoras, obreros, moles inmensas de piedra. La gaviota volaba y jugaba con el mar. El mar le entregaba sus peces, los pequeños. La gaviota le dijo al mar:
– Van a desviarte de camino.
El mar: – ¿Quiénes?
La gaviota: – Los hombres, que van a canalizar la ría.
Y el mar lo sintió, porque estaba acostumbrado a la luchar con la roca. Tendría un problema menos y un descanso más.
La roca: – Déjame en paz, le gritó la roca.
El mar: – Ten paciencia, vengo a despedirme.
La roca: – No lo creo. Siempre vienes y vas. Volverás.
El mar: – No. No podré.
La roca: – Voy a quedar sola.
El mar: – Era lo que querías.
La roca: – Puedo vivir sola.
El mar: – Nadie puede.
Y vinieron los hombres. Y cayeron las piedras. Trabajaron las grúas. El mar no volvió. El mar encontró otro camino y conoció otras rocas. Al principio echaba de menos su roca. Pero debía moverse, encontrar otras rocas.
La roca se fue secando. Al principio disfrutaba de paz. Pero su soledad comenzó a aprisionarla. Ya no se posaba la gaviota. La suave humedad iba desapareciendo. Ya no podía llorar. Había quedado sin lágrimas. Las llamaba, pero no venían. Llamó al mar, llamó a la gaviota. Pero no volvieron.
Los niños iban a jugar. Colocaban pucheros viejos sobre ella y lanzaban piedras. Unos gamberros tiraron sobre ella un bidón de brea y La roca dejó de ver, dejó de oír… (Fin).
Cuantas veces me sentí mar o gaviota, y ante mi incesante ayuda…me veía ayudando a una roca…pero la vida hace lo que EL MAR, el mar quería convivir y acariciar a la roca con sus olas, pero la roca imponía querer estar sola que no la fastidie, echaba al mar y este persistía e insistía hasta que algo externo los separa, la roca obligaba DISTANCIA y estar sola, EL MAR nunca mas volvió y la roca se arrepiente desea que el mar vuelva a acariciarla…pues ya todo era tarde.
Me parece un buen momento para meditar si somos roca o mar, tal vez no sea demasiado tarde y te encuentres en tiempo justo de decirle al mar que no te fastidian sus caricias y dejarte ayudar, tal vez sea el tiempo de decir:
TE NECESITO, GRACIAS por estar a mi lado...
TE AMO, NO QUIERO PERDERTE...
Tal vez sea el tiempo de flexibilizarnos frente al otro... tolerar la inquietud del mar sobre la roca, y tratar de aceptarse mutuamente y ambos complementarse sin cansarse...al igual que el ir y venir de las olas. Tratemos de sentirnos como el mar, que necesita a la roca, para cantarle una canción componiendo los sonidos más bellos,y la brisa como testigo dando fuerza al encuentro de ese abrazo adentro y profundo, tomando los impulsos necesarios para seguir.
El silencio enaltece los sonidos del mar, cuando las olas buscan incesantemente a la roca como su preferido instrumento musical, para tocarle una sinfonía que la harà única, se sentirá halagada, y despertará su sensibilidad, pues le cantará una canción, con la perfección que otorga la misma naturaleza.
Podremos permanecer bajo un mismo cielo azul , en un escenario privilegiado, Illuminados bajo la LUZ de LA LUNA, contemplando ese espectáculo único donde VOS y ÉL...ÉL Y VOS serán los protagonistas absolutos, como el sonido del mar cuando acaricia a la roca, tratando de crear notas de colores para compartir, convivir y embellecer con los acuerdos de las mitades, para alcanzar el logro propuesto, venciendo tormentas y maremotos, tratando de construir JUNTOS con la fuerza del amor...UNA MARAVILLOSA VIDA!!!!... LUZ de AMOR , LUZ de PAZ...
un abrazo bajo la luz de la luna...y a vos un te amo...Miri