Las tentaciones contra la fe y la pureza son cosa puesta por el enemigo;
no le temas, desprécialo. Mientras el aullé, no se apoderó de tu voluntad.
No te molestes por lo que te pone a prueba este ángel rebelde;
tu voluntad sea siempre contraria a sus sugerencias
y no habrá culpa, sino complacencia de Dios y ganancia para tu alma.
San Pio de Pietrelcina
Paz y bien